2.7.05

Rogojin

Nastasia crece cuando callo. Estoy alerta porque se desprende de todos los techos: es una araña: es el sabor de Dios. Ella habita mis palabras, anima mis actos: creo ser yo y es ella la que dice “yo”. Ella me arrastró a ver en mí lo que no soy. Ella creyó en mí para que yo deje de creer. Ella me hizo libre para hundirme en el infierno. Ella me convenció de aquello en lo que no creo.
Pausa.
Pero el idiota me salvó.
Pausa.
El idiota me unió a mí una vez más.
Pausa.
Mi mano es un cuchillo y es un cuchillo mi cuerpo.
Pausa.
El idiota es la llave. Es la puerta y el paisaje: el mundo es bello otra vez.
Pausa.
El idiota, entonces, es el cuchillo.

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