12.12.06

Un ícono para la espera


Les dejamos La trinidad del gran Rubliov frente a ustedes para que mediten sobre ella hasta nuestro posible regreso. Felices fiestas a todos los mansos.

11.12.06

Un amigo de María Inés dice después de haber visto la última función:

Inés querida,
aunque puedo reiterarte que me gustó mucho Los Mansos, no te escribo para repetir lo que te dije anoche.
Los que hacemos teatro, por lo general vemos bastante teatro. Cosas buenas, otras olvidables. En algunas somos simplemente voyeurs, en otras nos implicamos más. A veces nos divertimos, otras nos emocionamos. Con suerte se dan ambos estados simultáneamente. La mayoría de las veces después nos vamos a comer y al otro día la vida sigue su curso.
Pero en algunas contadas ocasiones nos pasa algo más, algo del orden de lo inefable, diría Saer. Ese fue el efecto post-mansos que tuve. Esta mañana me desperté con imágenes de la obra. Para mí es un indicador de un grado de afectación que se da pocas veces. ¿Será eso que dicen "conmoción estética"?


Podría detenerme a relatarte algunos momentos que me parecieron hallazgos, o climas, etc. Pero no le quiero poner muchas palabras, porque además no las tengo a la mano y prefiero que sea así, contarte simplemente/imprecisamente una sensación. No me refiero sólo a lo que me produjo como actor, o sea a las ganas que dan de trabajar en un proyecto así, sino al hecho de haber disfrutado un trabajo de una sensibilidad tal que -aunque suene algo kitsch o cursi, no me importa- me confirma lo bueno y la alegría que me produce que el teatro forme parte de la vida.
Te mando un abrazo grande a vos y mandales mis felicitaciones a Tantanian y a todo el equipo.

Marcelo.

10.12.06

Y ayer fuimos todos a comer...

... después de la función - extraordinaria, hay que decirlo - a El 702 (Gallo y Lavalle): mesa larga, populosa y mansa: Martín Tufró, Ernesto Donegana, Ciro Zorzoli, Luciano Suardi, Nahuel Pérez Biscayart, Stella Galazzi (que vio por vez primera la función y creyó estar viendo su espejo), Mirta Bogdasarian, Cristina Lahet, María Inés Sancerni, Alejandro Tantanian: todos -en fin- comimos y festejamos el cierre de la segunda temporada (ausentes con aviso: Pastorino y Puppo).

¿Volveremos? Si lo hacemos, seguro será con novedades: estamos pensando en un nuevo ordenamiento de los roles -pero nada podemos adelantarles por ahora: sígannos leyendo que tendrán jugosas novedades.
Felices y mansas fiestas (es por eso que incluímos en este post la foto de nuestro pino, nuestro árbol de Navidad) a todos los seguidores de esto que ya podemos nombrar como una nueva tribu teatral: Los Mansos.

Nahuel hace de Robbie Williams y necesita tu voto

Nahuel Pérez B. en un video still del video de Robbie Williams que tenés que votar

INSTRUCCIONES PARA VER Y VOTAR EL VIDEO:

1 Entrar en: http://www.shootingpeople.org/robbiewilliams/

2 A la derecha hay una serie de títulos, entrar en el que dice REGISTER (registrarse), clickear ahí.

3 Al clickear en REGISTER se va a abrir una pantalla para ingresar los datos. Completar con datos reales ya que automáticamente se les enviará un mail a esa casilla que pusieron.

4 En el mail que hayan puesto al registrarse van a recibir automáticamente un mail de SHOOTING PEOPLE para confirmar el registro. En ese mail hay un link que hay que clickear para quedar registrado y poder votar.

5 Al clickear en el link se abrirá la página de SHOOTING PEOPLE en donde leerán lo sgte: CONTINUE TO THE COMPETITION / Clickear en CONTINUE TO THE COMPETITION.

6 Al clickear en CONTINUE TO THE COMPETITION se volverá a abrir la pagina inicial y a la derecha deberán clickear en log in se les abrirá una nueva pantalla, llenen con su mail y su casilla.

7 Una vez logueados tienen que cliquear WATCH VIDEOS AND VOTE.

8 Ahí hacer click en VIEW TOP RATED. Va a aparecer una lista de videos. El nuestro se llama 12.50 Pounds , figuran los nombres de los directores y los productores: NAHUEL LERENA & PATO BYRNE / PAULA ALVAREZ VACCARO / PINBALL. Clickear WATCH AND VOTE. Y votar, usar la calificación amazing, también si hablan ingles se pueden hacer comentarios respecto de lo que quieran. ¡Fíjense bien en cada paso!

9 Cada video tiene diferentes categorías, para votarlo utilizar la más alta (AMAZING) esto genera mejor rating.

5.12.06

La despedida 2006

¡Acompáñennos en nuestra última función del año! -- Mirta Bogdasarian, Ernesto Donegana, Daniel Franco, Stella Galazzi, Turko González, Cristina Lahet, Gonzalo Martínez, Jorge Pastorino, Nahuel Pérez Biscayart, Oria Puppo, María Inés Sancerni, Paula Simkin, Luciano Suardi, Alejandro Tantanian, Martín Tufró y Ciro Zorzoli: todos los que hicimos y hacemos Los Mansos los esperamos.

¡¡¡Vengan todos a El Camarín!!!

22.11.06

Manuel Pérez es Nahuel Pérez

Premios y equívocos para el Cine nacional


Nahuel Pérez Biscayart («Manuel Pérez», para las agencias internacionales) uno de los argentinos premiados en el Festival de Viña del Mar, donde «Una estrella y dos cafés» de Alberto Lecchi ganó el premio especial del jurado, el de la crítica y el del público.

Más premios para «Una estrella y dos cafés» de Alberto Lecchi, y un par de equívocos, signaron ahora el buen camino de las películas argentinas en festivales internacionales. Por un lado, «Una estrella y dos cafés» acaba de ganar nada menos que el premio especial del jurado, el premio de la crítica, y el premio del público, del 8° Festival Internacional de Cine de Viña del Mar. El jurado elogió asimismo su carácter de «historia sencilla y de una humanidad entrañable, en un contexto geográfico imponente» (se filmó en Purnamarca).

El primer premio fue para la coproducción chileno-brasileña «Prohibido prohibir», de Jorge Durán, un chileno exiliado hace 30 años en San Pablo. Como actores de reparto ganaron el chileno Alfredo Castro, por «Fuga» (coproducción con Argentina) y la española Elvira Migues, por «Tapas» (también coproducción con Argentina). Y como actor protagónico también ganó un argentino, Nahuel Pérez Biscayart, por «Tatuado».

El detalle es que, al parecer, las computadoras chilenas no entienden mapuche (o quizá sea un resabio de enemistad araucana), y así varias agencias de noticias difundieron erróneamente el nombre «Manuel Pérez», en vez de Nahuel Pérez, cosa que de este lado muy pocos advirtieron (quizá porque las agencias tampoco agregaron el segundo apellido del actor). Algo relativamente similar acaba de pasarle a Luis Ortega, convertido en «Luis Ortegui» por European Press y otras agencias, al difundir el triunfo de «Monobloc», este fin de semana, como mejor película ficcional del 13° Festival l'Alternativa de Cine Independiente de Barcelona (el Bafici de los catalanes). A tener en cuenta: para la segunda y tercera proyección de esta película se agotaron las entradas.

Ambito Financiero

19.11.06

Tres últimas funciones

Sí -- son tres las que quedan: sábado 25 de noviembre y sábados 2 y 9 de diciembre, siempre a las 23 15, siempre en el Camarín de las musas (Mario Bravo 960), siempre podés reservar entradas al teléfono 4862 0655, siempre a quince pesos y siempre con descuento para estudiantes, pero no siempre con este elenco que es - y sigue siendo - de lujo: Nahuel Pérez Biscayart, María Inés Sancerni y Luciano Suardi. No dejen de venir: después no digan que no avisé.

13.11.06

Ayer en La Nación

Programas de mano
Otra manera de ilustrar las propuestas

Sobrios, creativos, comerciales, con mayor o menor información, hay modelos para todos los gustos

Fanáticos hay de todo tipo. ¿Qué duda cabe? Y en ese vasto universo también están los que coleccionan programas de mano de teatro, los que sueñan con hacer un estudio exhaustivo sobre el tema o que hasta fantasean con hacer una muestra con esos papelitos que, en general, terminan en un tacho de basura o un bolsillo olvidado.

Claro que no siempre los programas de mano tienen un destino tan efímero. Por ejemplo, en la época del mítico Instituto Di Tella, los artistas y diseñadores más importantes del momento eran los encargados de hacer estos papelitos que nacieron a fines del siglo XIX. Y como esas piezas se hicieron famosas, varias veces se realizaron muestras retrospectivas para dejar bien en claro que, más allá de la cosa funcional, los dichosos y nunca bien ponderados programas también podían ser tomados en cuenta como piezas artísticas.

Para los que quieran hacer un poco de revisión histórica, en el Centro de Documentación de Teatro y Danza, ubicado en el sexto piso de Corrientes 1530, por ejemplo, se puede seguir la línea evolutiva de los programas de mano del Teatro San Martín desde su creación, el 25 de mayo de 1960, a la actualidad. En el INET, Instituto Nacional de Estudios de Teatro, también hay viejas glorias seguramente ya amarillentas, pero dignos testigos del tiempo y del teatro.

Si, casi caprichosamente, se analiza la propuesta de programas de manos de esta temporada se abre un mapa bastante variopinto. Y ante ese mundillo de papeles impresos claramente se pueden trazar tres rutas con rasgos propios.

Veamos. La "ruta" de la escena oficial es la más ordenadita (y, dicho sea de paso, la menos creativa en término de diseño gráfico). Para las obras que se presentan en el Complejo Teatral de Buenos Aires los programas incluyen fotos del espectáculo, la ficha técnica completa, la duración (dato fundamental cuando no vemos la hora de que termine un espectáculo), y algún escrito del director y/o autor. El Teatro Nacional Cervantes tiene una versión con menos páginas, pero igual de efectiva que la del Complejo Teatral de Buenos Aires. En los dos casos, los programas tienen igual formato y diseño porque el peso está puesto en lo institucional.

La "ruta" de la escena comercial es más llamativa. Allí, la información básica aparece en medio de publicidades de pelucas, lugares donde se alquilan smokings y restaurantes que prometen ser palacios de las papas fritas o del bife porteño. Todo eso acompañado con textos que dicen que el vestido de fulana de tal es de la casa tal, que los artistas fueron maquillados en tal lugar o que los fulanos fueron al gimnasio tal.

Los artistas se visten en...

En general, hay mucha más publicidad que información sobre el espectáculo. Es más: algunos productores se resisten a poner el nombre de los personajes al lado del actor. "La gente va a ver a Carlín, ponele. ¿A quién le importa el nombre de su personaje?", suele decir un productor conocedor del paño como pocos.

En medio de este panorama de colores estridentes, hay algunas excepciones. Los programas de los espectáculos del Paseo La Plaza son bastante completos. Por ejemplo, en el de El método Grönholm hay unas palabras del director, un quién es quién, una parte del texto y alguna que otra foto en medio de una publicidad de trajes de novia o de un negocio que dice funcionar sobre ruedas.

Si los programas de la escena comercial suelen ser bastante estridentes (con los de Mar del Plata se podría hacer una exposición pop de primer nivel), la producción de La duda es casi la contracara. Hay otra rareza: el de El misterio del ramo de rosas, que emulaba a una rosa troquelada con muy buena información (¡y caro, carísimo!).

Hace ocho años, la escena comercial tuvo un intento (fallido) de importar el formato de los programas Play Bill. Dichos programas de mano fueron creados hace más de 50 años en Nueva York. Los Play Bill son verdaderos cuadernitos con datos del autor, director, los protagonistas, los responsables técnicos de cada una de las obras. Un lujito para coleccionar y guardar.

Claro que todo eso quedó en la nada. "Es que allá la cosa es distinta. Por empezar, todas las obras tienen intervalo y esos 10 minutos los usás para leer el programa de mano. Acá, no", apunta Javier Faroni, el productor de tantísimos éxitos. De todos modos, varios montajes locales siguen los lineamientos de Play Bill. Por ejemplo, el programa de mano de Sweet Charity . En él todo es muy profesional salvo que nadie controló el estilo y la escritura de los textos del quien y es quien. Las producciones de El Nacional o del Maipo también cuentan con programas con buena información .

Según los cálculos de Faroni, un programa de mano de los que él hace ronda los 50 a 60 centavos. "Si la cosa es un éxito, todo bien. Pero cuando la cosa no es así, se transforma en algo costoso. Pensá que representa casi el 3 por ciento del valor de una entrada", apunta. Los que de ninguna manera pudieron quejarse por lo recaudado fueron los encargados de traer al Cirque du Soleil. Sin embargo, increíble pero real, para ese costoso montaje no había ni un mínimo programa de mano.

Obras de pequeño formato

Como ocurre en tantos otros aspectos, los programas de mano de la escena alternativa son los más creativos. Y aunque en general todo debe resolverse con poca plata (de 400 a 700 pesos, en total), muchos de ellos dan ganas de guardarlos en la mesa de luz o de exponerlos en las paredes de la galería Belleza y Felicidad.

Dentro de ese universo, la alternativa de apelar a postales se ha convertido en una fija ( La marca de Caín , El vuelo , Los hijos de los hijos , El 52 y siguen las firmas). Casi como contracara, la obra Los mansos tiene su programa de mano y hasta un libro objeto de primer nivel diseñado por Gonzalo Martínez, quien en su rol como teatrista acaba de estrenar Los demonios. A lo largo de estos últimos años, Martínez hizo el diseño de programas de mano en montajes de Daniel Veronese, Emilio García Wehbi o Tantanian, entre otros.

"Por necesidad de las obras, hice unos trabajos en los que el diseño en torno a la obra formó parte del espectáculo. Me pasó, por ejemplo, con El suicidio, de El Periférico de Objetos. Y te diría que, a partir de ese trabajo, el deseo de muchos artistas fue extenderse fuera del teatro, pero desde el teatro. Cuando hablaba con Veronese, decíamos que ese programa de lujo debía ser un acto más de la obra."

En la doble función de teatrista y diseñador, Gonzalo Martínez no es el único caso. Sin ir más lejos, el actor Martín Piroyansky fue el que diseñó el programa de mano de Decidí canción que, en una simple hoja en blanco y negro, trazaba una perfecta síntesis dramática de la obra de Gustavo Tarrío. El mismo Piroyansky fue el que también ideó para Kuala Lumpur los afiches de tipo bailantero que están pegados por el Abasto para promocionar la obra.

Hay otros casos para destacar. Por ejemplo, la coherencia entre la obra y las fotos a lo Pierre et Gilles de El año de leberwurst. O el cubo que diseñó Mariana Pertuso para El cubo. O el magnífico trabajo gráfico (que incluía hasta un álbum de figuritas) que presentó Rafael Spregelburd para Bizarra. O la propuesta de Leonardo Eschenique para Vivisección, en la que, pagando unas monedas de más, el público se puede llevar el texto de la obra con el programa de mano. O las piezas únicas que Gonzalo Martínez ideó para El matadero, de García Wehbi. "Otra cosa que pasa con este tipo de objetos es que hay una intención de que el espectador se lleve algo de la obra a su casa. Un objeto que lo remita a la sensación de la obra", reflexiona Gonzalo.

Así, en papeles y papelitos que sirven de preámbulo o extensión de los espectáculos, también se escribe la historia de la escena porteña.

Alejandro Cruz

9.11.06

El sábado 11 de noviembre

María Inés Sancerni a días de su regreso manso.
© Ernesto Donegana

... será la única posibilidad de ver a María Inés Sancerni como Nastasia junto a Ciro Zorzoli como Rogojin. Ciro hará su última función esta vez compartiendo cartel con la inefable Inesa - el duelo está planteado: vengan a ver cómo se besan, se pegan y se matan estos dos monstruos de la escena porteña.

Ciro Zorzoli empuñará el cuchillo por última vez este año: su víctima será María Inés Sancerni.
© Ernesto Donegana

29.10.06

Tu última oportunidad

La gran Micha Bogdasarian espera ser conquistada por Pérez Biscayart
© Ernesto Donegana

¿Todavía no viste Los Mansos con Mirta Bogdasarian y Ciro Zorzoli? El sábado que viene - 4 de noviembre - será la última función de este elenco que supo hacer de Los Mansos una historia violenta. El 11 vuelve María Inés Sancerni en única función con Ciro y el 18 volveremos a tener a Luciano y María Inés hasta el fin de la temporada (Sábado 9 de diciembre). Semanas agitadas las que se vienen: como para ir reservando entradas y poder ver cómo una obra muta de semana a semana, cómo lo mismo siempre es diferente: participá y ganá.

11.10.06

Hoy en La Nación


Pérez Biscayart - Piroyanski

Dos chicos audaces

Estos promisorios actores trabajan juntos en Amas de casa desesperadas y en el film Cara de queso, que se estrenará mañana

Se sientan alrededor de una mesa de un bar con cero onda, pero esas cosas no parecen afectarlos. Son Martín Piroyansky y Nahuel Pérez Biscayart, dos de los hijos de unas Amas de casa desesperadas y otros hijos de otros padres en Cara de queso , la película de Ariel Winograd que se estrenará mañana.

Ambos son pichones de Nora Moseinco, especie de madrina de una generación de actores que ahora andan por los veinte años y que se han transformado en figuras recurrentes del cine, la tele y la escena alternativa. Sin ir más lejos, Nahuel -el de pelo enrulado y mirada perdida- en dos años ya participó en seis películas (El aura , Tatuado y Glue , entre otras). En esas aguas, Martín es más novato: debutó hace poco en Socafacama y ahora se viene Cara de queso , mientras filma en Uruguay XXY , la próxima película de Lucía Puenzo.

En teatro, los roles se invierten, ya que Martín tiene más millas acumuladas. Su lugar de pertenencia es el Grupo Sanguíneo, los que hicieron hace unas temporadas Afuera, aquel brillante trabajo. Con ellos, en estos momentos presenta Kuala Lumpur , de Gustavo Tarrío. Nahuel, desde hace más de un año, forma parte del elenco de Los mansos , de Alejandro Tantanian, trabajo por el cual ganó algunos premios.

En la tele, Martín la pegó con Magazine for fai. Por el otro carril , Nahuel ya circuló por Disputas , Sol negro , Sangre fría y siguen las firmas. En ambos, el paso por los talleres de Nora Moseinco dejó sus marcas. Martín lo sintetiza así: "El texto puede decirte que digas tal cosa, y listo. Pero si se me acaba de caer un cascote en la cabeza que todo el mundo vio, entonces lo lamento por el texto, pero yo tengo que hacer algo con ese cascote". Aquellas enseñanzas de Doña Nora dieron sus frutos. Los dos, en cuerdas diferentes, son intérpretes sumamente talentosos, dúctiles y de una enorme paleta compositiva. Reunidos en un bar olvidable, Martín y Nahuel se largan a hablar como si no existiera grabador, periodista ni formalidad alguna.

Del placer en la actuación rescatan cosas distintas. "A mí me gusta todo, pero cuando me pierdo y no sé en qué mierda estoy me agarra como un escalofrío ¡Ah...! ¡Eso es lo más...!", dice Nahuel, y pone esa cara de perdido que lo pierde. Martín pinta más cerebral: "Para mí lo mejor es cuando logro una muy buena comunicación con el director. Si me llevo muy bien con él, estoy a pleno".

Son amigos y se nota que la pasan bien juntos, aunque, aparentemente, son muy distintos. Por lo pronto, los rostros dan para cosas distintas. Para Martín, la cosa clownesca parece estar instalada en su mismo rostro. Nahuel va por un lado más oscuro, de aguas turbias. "Con los ojos que tiene, debe de ser muy consciente de que los mueve para un lado y da miedo", dice Martín.

-¿Es así?

Nahuel: -No.

-Como contrapartida, tu cara, Martín, parece servida para cierto tipo de comicidad.

Nahuel: -En mi caso no es algo consciente.

[Nahuel se quedó pensando en lo suyo, por eso habla de su experiencia. Esto ocurrirá varias veces durante la entrevista porque les gusta ir desmenuzando la cosa de a poco. Siguen ellos]

Martín: -Mirá vos..., ¿no sos consciente entonces?

Nahuel: -No. ¿Ves? Vos sí lo sos, por eso siempre digo que sos más inteligente que yo. Desde chiquito fue así. Debe de haber algo de la conciencia compositiva que tenés. Yo soy muy tímido y necesito perderme un poco para olvidarme del que me mira. Me hace mierda la gente mirándome, la paso como mal. Los primeros meses de Los mansos fue puro sufrimiento.

Martín: -Yo soy tímido en la vida, pero en un escenario es otra cosa.

Nahuel: -Ahora mucho no me pasa, pero puede suceder que hoy haga la peor función porque no me banqué la mirada.

Martín: -Bueno, eso yo también lo vivo. Básicamente, eso se llama exposición. Tímido en un escenario no podés. Yo también la paso mal, Nahuel. Mirá: si sentís que la gente está viendo una boludez, eso es fatal. Cuando a vos no te gusta lo que hacés y el otro no reacciona, querés que termine ya la cosa. Nosotros estamos alimentados de lo que dice el público, y si ellos no se ríen, está todo mal.

-Pero en lo tuyo es más claro, porque tenés una devolución inmediata.

Nahuel: -La risa es mucho más clara.

-Ahora, los dos tienen películas dando vueltas y están en la tele...

Nahuel: - Pará un poco. Me quedé pensando algo en relación con el público.

[Lo había anticipado. Cuando se enganchan con un tema no paran hasta sentir que lo agotaron. Siguen ellos]

Nahuel: - La manera que tengo de zafar de esa mirada es decirme: "Nahuel, es con tal actor. Nahuel, es con tal actriz". Es lo único. Claro que a veces es más fuerte la mirada y no puedo, no puedo. Te aseguro que no...

Martín: -Eso una enfermedad que te puede jugar en contra. Yo suelo irme a lo clownesco, y cuando más disfruto una función es cuando más clown fui. El tema es cuando vos considerás que estás haciendo bien lo tuyo pero el público no reacciona, eso es la muerte. Yo creo que uno tiene que ser más egoísta al actuar y estar más pendiente de uno.

Nahuel: - Ahora, con Mirta Bogdasarian y Ciro Zorzoli, algunas funciones de Los mansos salen muy graciosas. Yo disfruto ese idea y vuelta con el público. Claro que después es muy difícil entrar en otros territorios. Todavía no lo logro.

-Y cómo juega esa reflexión sobre la mirada en relación con...

Nahuel: -Pará un poco..., ¿qué ibas a decir, Martín?

Duros de domar

Se tienen tanto el tiempo que adivinan cuándo el otro se quedó elucubrando algo. Y como no hay poses en sus interrupciones y sólo un real interés en la reflexión del otro, se dan el tiempo que necesiten de un sábado a la tarde porque parece que no tienen apuros. Siguen ellos.

"Es cierto que cuando te metés en algo más profundo hay que jugarlo un poco solo -apunta Martín-. El tema es transitar por un estado interno que sea de tal intensidad que se lo vea desde afuera. Creo que hay que ser muy verdadero para que eso se perciba."

-Ahora bien. Les interesa mucho el tema del otro, de la mirada. Entonces, ¿qué les pasa con la tele, con algo tan mediatizado?

Nahuel: - Más que de la televisión habría que hablar de la cámara.

-OK, hablemos de la cámara.

Martín: - Yo en la tele intento ser lo más ciego posible y apelar a cuestiones que ya conozco. Pero eso depende de la propuesta.

-¿Y si lo pensamos en relación con Amas de casa desesperadas?

Martín: -Eso es básicamente un drama, no hay humor. Pero más allá de eso, en la tele hay que hacer todo rápido, laburar y ponerse el automático. Uno no es ciento por ciento lo que es en otros ámbitos, uno es más hipócrita.

Nahuel: -Cámara es ausencia de reacción instantánea del público.

[Por el tono y las pausas que usa, lo dice como si hubiera dicho algo que fue masticado hace tiempo].

Martín: -Yo hice muchos programas en los que la dificultad técnica era mucho menor que en Amas de casa..., programa grabado como si fuera cine. Y cuando más pedorro es el programa, la cámara es más libre y todo se parece a una improvisación teatral.

Nahuel: - Mi personaje en Amas de casa... tiene muchas situaciones como reveladoras y hay algo emocional que no aparece. Es redifícil en una fracción de segundo que se haga verdad algo. No sé por qué lo digo, pero me pasaron varias escenas así. Por ejemplo, mi personaje está buscando detergente. De golpe, se encuentra una caja. Abre la caja. Adentro hay un arma. Con esa arma se mató su madre. ¡Todo eso en 30 segundos! Es redifícil...

Martín: - A mí me pasa que cuando estoy grabando y una escena lleva muchas tomas me aburro, me quiero ir a casa. En cine, cuando me dan 20 posibilidades estoy chocho de la vida. Es que la tele es tan efímera que no entiendo para qué hay que hacer algo tantas veces. Por eso me gusta el esquema yanqui de tele que luego pasa al DVD, eso es fantástico. Claro que yo no quisiera alquilar un DVD de Montaña Rusa , sería un desastre. Eso era para verlo día a día y olvidarte.

Por Alejandro Cruz
De la Redacción de LA NACION


Carreras en ascenso

Martín Piroyanski

  • En teatro: Afuera , del Grupo Sanguíneo; Kuala Lumpur , de Gustavo Tarrío. En televisión: Magazine for fai ; Amas de casa desesperadas . En cine: Sofacama , de Ulises Rosell; Cara de queso , de Ariel Winograd.

Nahuel Pérez Biscayart
  • En teatro: Los mansos , de Alejandro Tantanian. En televisión: Disputas , Sol negro , Sangre fría , Amas de casa desesperadas . En cine: El aura , de Fabián Bielinsky; Tatuado , de Eduardo Raspo; Glue , de Alexis dos Santos; Cara de queso , de Ariel Winograd.

8.10.06

El Clarín del domingo

Entrevista con Ciro Zorzoli
Un regreso a las fuentes


Reconocido por su trabajo en la dirección, ahora vuelve en
Los mansos a trabajar como actor

Juan José Santillán ESPECIAL PARA CLARIN


Hay una clara correspondencia entre la actuación y la dirección en el marplatense Ciro Zorzoli (1967). El creador de Ars higiénica, vuelve al escenario luego de seis años con el reemplazo de Luciano Suardi en Los mansos. Allí, interpreta a Rogojin, uno de los tres personajes del espectáculo de Alejandro Tantanián basado en El idiota, de Fiodor Dostoievski.

Le sorprende el motivo de la entrevista a Zorzoli porque ese rol fue, en cierto punto, desfigurado por su trabajo como director. "Llegué a dirigir de manera accidental, sin ninguna preparación específica porque mi formación es básicamente como actor. Pero es verdad que la actuación quedó de lado", aclara. Estudió en el Conservatorio de música de Mar del Plata y en la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), donde reconoce a Marta Serrano como una de sus maestras. Recientemente estrenó la instalación escénica La selva interior, basada en los últimos días de la vida de Horacio Quiroga, que se presentó en el Centro de Experimentación del Teatro Colón.

Para Ciro Zorzoli su participación en Los mansos, ajusta una serie de componentes fundamentales de su mirada como director. Con más de un año en cartel, la pieza conformó un engranaje alimentado por el pulso de actores que completan, en un juego de postas, la cartografía de la obra. Por allí, han pasado diferentes registros como el de Stella Gallazi, María Inés Sancerni y Mirta Bogdasarián. Todos aportaron componentes biográficos al trazado original del espectáculo. "En un reemplazo —dice Zorzoli— lo más importante es confiar en el color y el timbre de cada uno que se incorpora para reproducir una mecánica que funciona de antemano. Desde mi lugar de espectador, percibí en Los mansos una obra que invitaba al encuentro entre los actores".

Sin duda, Zorzoli es uno de los directores cuya producción hace hincapié en el proceso más que en el resultado final de una puesta. De allí, su interés en el encuentro entre los actores. Actualmente, trabaja en una residencia en el IUNA y es docente de la EMAD. Con un grupo prepara una obra sobre íconos peronistas; y con el otro intervenciones a partir del espacio urbano en relación a la institución educativa. "Quiero compensar la exigencia del medio ligada a los resultados y que una obra tenga sentido por el encuentro que se produce en los ensayos."

¿Cuál es el peso de tu bagaje como director a la hora de actuar?

Después de haber pasado por la dirección, cuando actúo relajo en cierto punto la mirada. Antes de ponerme a dirigir, tenía una exigencia muy fuerte en la mirada externa que podía construir sobre mi trabajo. Era una necesidad que ahora menguó bastante porque en la dirección le dí curso a esa mirada de una manera más directa. Entonces, luego de pasar esa sensación, volver a actuar es un placer porque delego en otro una confianza.

Sos uno de los curadores del próximo festival Internacional de Buenos Aires. ¿Cómo evaluás la cantidad de oferta teatral que hay actualmente?

Por un lado me parece que hay mucho trabajo. Habría que preguntarse qué sentido tiene hacer teatro en Buenos Aires. Se hace mucho y eso produce vértigo porque son pocos los espacios. Hoy, trato de cambiar la óptica y ver qué esta pasando en el teatro en general. Para eso trato de ver búsquedas y darles un encuadre. Hubo recambio generacional pero todavía no puedo percibir de qué se trata.

1.10.06

Los cruces de Cristóbal


Evita Filipovna Bogdasarian

Algunas fotos con Mirta y Ciro

"Cerca del Palacio Pitti..."


So in love, el final


Descripción del Cristo de Holbein


"Toshka, toshka, sápi, táia..."

© Ernesto Donegana

24.9.06

Somos dos más ahora

Mirta Bogdasarian y Ciro Zorzoli han estrenado: y la mesa de Los Mansos (casi como la de los Campanelli --- ¿alguien sabrá de lo que estoy hablando?) se agranda día a día.


En la platea de anoche Luciano Suardi miraba Los Mansos. La función estuvo buenísima y la cena también. Escuetas palabras de domingo. Pero sentidas, che. Un abrazo a todos y cada uno de los seguidores de Los Mansos: todos aquellos que nos permiten seguir creyendo en que nuestro trabajo encuentra un otro con quien hablar.

23.9.06

En sus marcas, listos...

... ¡ya! Estamos prontos para el debut: el ensayo de hoy fue buenísimo. Sólo resta esperar unas horas para que Ciro y Mirta sean Rogojin y Nastasia...

Ensayo en el día del debut: algunas fotos

Nostalghia


"Vení, entrá..."


"Muerte y más muerte. No entiendo. Muerte y más muerte. La de otros, no la mía..."


"¿Querés llevarte la hembra de Rogojin? Yo no soy honrada… ¡idiota! Eso es cosa de las novelas, ahora el mundo es otra cosa y además, ¿cómo podes pensar en llevarme si lo que necesitás es una enfermera que te cuide? ¡Epiléptico!"


Yo no juego más


No puedo dejar de creerte


Fe


Un recuerdo


Fotos © Ernesto Donegana

22.9.06

Ensayo de la primavera


El ensayo fue propicio --- palabra feliz para estos casos. Rogojin y Nastasia - en la piel de Ciro y Mirta - tienen la contundencia de un cross en la mandíbula (Arlt dixit). La violencia se apodera de Los Mansos: el rasgo distintivo de esta nueva pareja. Myshkin es - claramente - la víctima en este caso: la mansedumbre intenta desarmar el infierno en el que viven Nastasia y Rogojin: los intentos avanzan - pero es el infierno el que gana pese a la salvación. Una nueva manera de ver algo que vengo viendo hace ya tanto tiempo -- Eso es lo que tiene este espectáculo: creer en la resonancia de cada cuerpo, permitir que la memoria y la historia de cada persona resuene como un eco decisivo en la partitura - aparentemente - trazada. Los Mansos es ahora un espectáculo que entreteje la violencia.

17.9.06

Un premio más para Los Mansos

Los premios María Guerrero a la producción teatral 2005 serán entregados por la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes y la Secretaría de Cultura de la Nación, en la sala de Libertad 815, el miércoles 20 de septiembre, a las 19.30, con entrada libre y gratuita.

El premio fue creado en 1984 como homenaje a la actriz española María Guerrero (1868-1928), que hizo construir el teatro hace 85 años y lo legó a la ciudad de Buenos Aires.

El premio estímulo será entregado a Nahuel Pérez Biscayart (Los Mansos).

Están todos invitados ---

10.9.06

Ayer...

... tuvimos una bella función --- María Inés y Luciano dijeron hasta luego y después comimos empanadas y vino (menú ruso, claro) en la dacha de Sancerni; por cierto: un bello edificio de la zona de Almagro: y un bello departamento el de esta musa de varios (suena un poco sórdido esto de "varios" -- pero está bien que suene sórdido: estoy seguro que a ella le gustará.) Je. María Inés supo darle a sus días en Los Mansos la certeza de su fragilidad, Luciano (que se va a filmar con Renán - por eso nos deja temporariamente) entregó a Rogojin sus memorias y su talento desde el primer día de ensayos hasta hoy - En noviembre (el segundo sábado de Noviembre) ellos volverán a ser Los Mansos: ahora tienen la posibilidad - en algunas de las funciones - de asistir como espectadores: María Inés lo supo hacer antes de reemplazar a Stella; Luciano debutará en su rol de espectador: esperemos que le guste lo que vea, ¿no? Je, otra vez.

9.9.06

Hoy, 9 de septiembre

Luciano en un ensayo, antes de estrenar: un poco más de un año atrás


María Inés coronada por el Cristo de Holbein espera su turno para recordar

... y por un tiempo - que no será largo - María Inés y Luciano dejan Los Mansos: ellos sabrán volver, como supieron llegar.

El ensayo de hoy

En las terrazas cubiertas de El Camarín de las Musas hoy hubo luz todo el día: Ciro y Mirta empezaron a ensayar; Nahuel estuvo con ellos y Martín y yo --- y Ernesto que sacó las fotos. Pasen y vean...

Después del ensayo
(de izq. a der: Martín Tufró, Mirta Bogdasarian, Ciro Zorzoli, Alejandro Tantanian y Nahuel Pérez Biscayart)


El abrazo, siempre


Antes de la luz


"Mirándola se puede perder la fe..."


"Muerte y más muerte... la de otros: no la mía."


Cristóbal lleva a Cristo sobre sus hombros


El juego


Nastasia, sola: arrasada por la luz


Un comentario

31.8.06

Hoy, en La Nacion


María Inés Sancerni y Stella Galazzi, mansas y electrizantes
Actrices y la pasión por el teatro

Ni mansas ni tranquilas. Ni ahí. Por la fuerza que tienen en escena a veces se hace imposible no estar pendiente de sus tonos de voz, de sus movimientos, de la energía corporal que desprenden. También tienen otras cosas en común. Veamos: tanto Stella Galazzi como María Inés Sancerni están vinculadas a "Los mansos", el trabajo de Alejandro Tantanian que lleva un año en cartel. Galazzi lo estrenó en su oportunidad y ahora es María Inés Sancerni quien la reemplaza en el rol de Natasia.

Que eso suceda casi parece responder a los vaivenes de la escena alternativa. Y como la actividad tiene sus altas y bajas, Galazzi, por ejemplo, todos los fines de semana está de gira con "La malasangre", allí justamente reemplaza a Catalina Speroni; y los miércoles hace funciones de "Electra Shock", el trabajo de José María Muscari que va en la Ciudad Konex.

Por su parte, Sancerni, los sábados hace "Los mansos", en El Camarín de las Musas, y de miércoles a domingos está en "El niño en cuestión", la obra de Mauricio Kartun que se presenta en el San Martín. En los tiempos libres (¿los tendrá?) ensaya una obra con Rafael Spregelburd. "No podés programar nada. A veces tenés trabajo y otras, no", dicen casi resignadas a los distintos rumbos de la actividad.

-Parece que el diseño de la cartelera, con tantos espectáculos que hacen una o dos funciones semanales, fomenta esos vaivenes.


Stella Galazzi:
-Creo que eso sucede porque hay mucho público y muchos directores probando. A veces te proponen hacer algo justo en las días libres que tenés, pero cuando se agrega una función o un viaje, se complica todo. Este año ya no ensayo nada ni quiero hacer algo más porque estoy agotada.

-¿Cómo fue el proceso de reemplazo en "Los mansos"?


Gallazi:
-Ese montaje tiene un valor que está más allá de la actuación de alguien. Para mí una cosa fue el estreno, para el cual hice el proceso y hay algo mío en eso, y otra cosa habrá sido para María Inés, que la tomó como si fuera una obra escrita. Pero lo cierto es que hay un texto que lo llenás con tus cosas, y listo. Creo que la obra se sostiene aunque los actores varíen, yo creo en eso.

-También venís de hacer un reemplazo en "La malasangre".


Gallazi:
-Claro, pero ahí ya hay una obra escrita de antemano y vos entrás. Eso parecería ser más fácil, pero es lo mismo. Cuando fue el caso de "Los mansos" charlamos mucho con María Inés, algunas cosas le habrán servido y otras no.

María Inés Sancerni:
-Lo raro es tener la posibilidad de ver las funciones de la que reemplazás antes de tu función de estreno. Y yo la tuve. Había visto "Los mansos" como espectadora y me conmovió mucho. Y cuando me dijeron de hacer el reemplazo, durante varias semanas vi las funciones y me pasó que en relación al engranaje ya establecido lo que quería era meterme ahí y no hacer ruido, lograr que la cosa siguiera circulando. Pero cuando la actué, me pasó como una doble conmoción porque es un espectáculo muy raro. Es potente el espacio, las luces, lo que se dice y ellos dos, Luciano Suardi y Nahuel Pérez Biscayart, dos actores hermosos que potencian tu actuación. Y fue difícil porque Stella lo hace muuuuy bien.

Pero más allá de los cambios, la cosa circula. O, dicho de otra forma, la obra sigue en cartel con muy buena respuesta de público. Seguramente, a su manera, cada una le imprime su marca, su registro, su tono a Natasia aunque ellas digan no saber de qué se trata esa marca, ese registro o ese tono. "De lo que estoy segura es de aportar un compromiso al trabajo, de tomarme las cosas muy en serio -dice Galazzi-. Eso tengo como propio aunque me pueda equivocar. A lo sumo, me paso de revoluciones, como me sucedió al principio en «La forma que se despliega". Sí soy obsesiva con el laburo, lo mío pasa por ahí. Pero no por cierto estilo."

María Inés apunta a su turno: "Yo sé que tengo una cara muy especial y eso es una marca importante si la tomás inteligentemente. Siento que lo mejor de mí es la intensidad".

Y sean dirigidas por Laura Yusem, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese, Alejandro Tantanian o Luciano Suardi, por nombrar a algunos, ellas se juegan. A la galería de directores con fama y prestigio de la escena alternativa, Galazzi se animó a ser dirigida por Muscari, un bicho raro que la escena alternativa mira un tanto de reojo. Sin embargo, su trabajo en "Electra Shock" es sencillamente arrollador. "Uno tiene muchos prejuicios. Cuando me llamó José María lo pensé bastante. Para colmo no había visto nada de él y todos me decían que hacía unos disparates... Pero me gusta mucho encontrarle la onda a la cosa y no irle en contra. Y en el caso de «Electra» se trata de una tragedia con la que me divierto mucho. Es que quedarte a mitad de camino no le sirve a nadie y se nota".

Los principios


Si bien Stella Galazzi hizo dos obras con Yusem hace muchos años, la seguidilla de trabajo empezó en el 2000 con Tantanian. "Yo hice teatro en Zárate, hice de todo ahí. No tengo una formación en una única línea, no creo en eso. Creo que un actor tiene que poder hacer todo, que tiene que trabajar con todos los directores, con todos los compañeros. Siempre aprendés algo, siempre", afirma y pega a cada palabra con ganas, con fuerza, con convicción.

María Inés viene de El Palomar. Es un pichón del Teatro-Estudio El Baldío. Después llegó al estudio de Ricardo Bartís y se le abrió la cabeza. "Remanente de invierno", de Spregelburd, fue la primera obra con la que la pegó ("eso fue como un viaje de egresados", le gusta decir). En su ruta vinieron otros trabajos magníficos: "Dens in dente", "La escala humana", "Bizarra" y "Otamendi", entre otros. "Coincido con Stella en el sentido de que el actor deba pasar por varios lugares. Lo importante es qué se cuenta y qué me representa como desafío para actuar", apunta María Inés.

Galazzi empezó a los 17 años. Cuando se encontró arriba de un escenario durante un acto escolar, se dijo: "Esto es lo que tengo que hacer". Hasta ese momento venía coqueteando con ser profesora, o médica, o abogada o... Y fue así que llegó a un taller de teatro, pero ni se imaginaba que podía ser algo posible en su vida. A lo sumo se emocionaba viendo a Beatriz Taibo en la tele. Ya en metida de lleno en la actuación, nunca le interesó probar otra cosa.

A los 16 años, María Inés Sancerni participó de una puesta de "El diluvio que viene" y la cosa le encantó. Notó que había algo más que zafar de la cursada escolar. Y cuando hizo la muestra de fin de año de un curso de mimo, se dijo: "Esta es mi casa". Y confiesa: "Hago esto porque no soy hermosa". Claro que tiene otras razones más profundas. "Hay algo muy aburrido en la rutina diaria y ser actor te permite cualquier cosa", apunta. Y se lo permite. Y se divierte.

Nunca trabajaron juntas. Por el momento, comparten a Natasia, el amor por lo que hacen y la entrega. Y otra cosa más: el talento que tienen (mucho, enorme) y la entrega.

Alejandro Cruz

30.8.06

Dos días después de la primavera

Este es Ciro...

... y ésta -claro- es Mirta.

Ajha, el 23 de septiembre otros serán los que lleguen. Ciro Zorzoli - sí, leyeron bien: Ciro Zorzoli, el director Ciro Zorzoli (que - nobleza obliga - primero fue actor y de los muy muy buenos) y la inefable Mirta Bogdasarian serán desde el sábado 23 de septiembre los encargados de "ser" Rogojin y Nastasia. Nahuel seguirá siendo Myshkin pero todo será distinto, seguro. No dejen de ver a este sorprendente par de actores provocando un nuevo trío en las terrazas cubiertas del Camarín de las Musas.

12.8.06

Un año de Los Mansos

Este fin de semana cumple un año de nacimiento el espectáculo de Alejandro Tantanian - basado en el encuentro entre ciertos motivos de El idiota de Fedor Dostoievski y en una serie de elementos tomados de su biografía familiar -.
La pieza - que ganó por la labor de Stella Gallazzi el premio Trinidad Guevara - continúa en El Camarín de las Musas los sábados a las 23 hs.
Luciano Suardi, María Inés Sancerni (quien está reemplazando a Galazzi desde hace algunos meses) y Nahuel Pérez Biscayart son los actores que suben a escena para dar vida a los personajes.
El proceso creativo incluyó la apertura y acondicionamiento de una nueva sala y fue registrado minuciosamente por la cámara de Ernesto Donegana, quien completa el sentido de esta experiencia.

Extracto de la gacetilla de prensa.

25.7.06

Diego Manso habló de Los Mansos

Querido Alejandro:

Sabrás disculpar tanta dilación. El año pasado (tengo para mí que la semana después del estreno porque recuerdo que estábamos con L. en los prolegómenos de "Quiero estar sola") empecé a escribir un texto como este para contarte algunas de las cosas que pensé luego de asistir a Los Mansos. Digo empecé porque nunca terminé y aquel texto acabó perdiéndose en esa suerte de ratonera que es la memoria de mi computadora. Tanta dilación, digo.

Viene a cuento una escena que acabo de presenciar y que transcurrió durante escasos cuarenta segundos en un quiosco de mi barrio. Una niña le reclama a su abuelo que le compre "las viboritas que se estiran" y consigue guardarlas como si se trataran de moneda fiduciaria en el bolsito a cuadrillé que usa para transportar las cuatro o cinco porquerías que le piden en el jardín de infantes. Tengo conmigo las "viboritas que se estiran". Vienen en un sobre de plástico, son de goma y comestibles. Cuestan ochenta centavos y encierran en sí mismas una sarta de especulaciones. Será esta época que me toca vivir, donde cualquier chisme se me vuelve una magdalena. O será que tales viboritas son de veras son una golosina metafísica y estamos ante serios problemas. Se venden en los quioscos a la vista de todo el mundo y las consume gente con alta probabilidad de trauma. ¡Se estiran! Y tanto que en seguida pienso en el tiempo, en las horas muertas y en la infinidad de prórrogas que quedan por venir. Tanto se estiran y tan tarde acaban partiéndose al medio (justo al medio, hice la prueba varias veces) que me da por pensar que contienen todo el mundo de la metáfora: "las perlas del rocío". Todas las lágrimas del mundo. La medida exacta de lo que queda por llorar. De aquí hasta que el amor nos parta al medio. Justo al medio, también hice la prueba.

Todo esto para nombrar mi sospecha de que sólo importa hablar de tópicos manidos. La originalidad quizás exista sólo en el primer manoseo. La palabra –unita y cualquiera- mencionada más bien peregrinamente y luego repetida hasta el empalago. Las cosas usadas incapaces de admitir estadía en trasteros o compraventas. Esas que de tanto usar siempre quisiéramos a mano, como un silencio precisa de la intimidad con otro silencio.

Por eso nos parecen tan lindos los corazones viejos. Encorchados allí donde es factible se escurran los humores de la pena. Esos corazones que manifiestan reflejos condicionados frente a cualquier aserto (el más vanal incluso), desconfiados por alguna inminencia de engaño. "Es que me han mentido tanto en la vida." ¿A quién no? Sin embargo, nos parecen lindos esos corazones viejos que reivindican la potestad del sufrimiento y nos deportan a este territorio de los tópicos manidos donde las horas se estiran como si fuesen de goma y donde existen las canciones ñoñas o caducas que nos proveen la inmensa felicidad del playback frente al espejo.

Alejandro,
este sábado he vuelto a ver Los Mansos . Sabrás disculparme, a lo mejor entendí todo mal. Suele pasarme en días con sobredosis de salbutamol y antigripales. Los que escribimos no solemos pensar en voz alta. Mucho menos, decir todo aquello que pensamos y que sin dudas escribiríamos si tuviésemos la posibilidad de manejarnos así por la vida. Hablar es una lucha sin cuartel contra la palabra torpe. Mucho más, para los criados en el complejo decimonónico del comedimiento. Lo cierto es que tras tu obra acontece algo que la excede. Diría que se desborda más allá de su duración. Se torna persistente. Como si no pudiera contenerse en sí misma y necesitara encarnarse en la cartografía del mundo real. Desesperadamente. Así como los corazones viejos que son capaces de clausurar adolescencias en bibliotecas de provincia o llorar en los recodos de una ausencia. Algo de la terrible y remanyada sabiduría del dolor. Y la certeza de saberse deudor y merecedor de todas las tradiciones, como gustaba referir el más notorio de los checatos. En fin. Algo de esa sabiduría.

No quiero agobiar.

La vi a Sancerni radiante. ¿Qué catálogo de lágrimas consulta esa chica? Que no la perdamos en manos de productorcillos ansiosos por carne luminosa. Es tan extraño escucharla, mirarla hacer. Tan extraña como una de esas visiones que en el pasado la gente creía encontrar al fondo de los aljibes. Eso. Una visión encerrada en la profundidad.

Y Luciano. En fin. Se lo quiere. Incluso en ese gesto tiernamente demoníaco, aferrada una mano a la parecita, luego de usar el cuchillo. Dice: "acá". Nadie más así. Nunca más. Nadie. "Acá."

Los árboles y las personas. Sí. En el Rosedal hay gente que se dedica a abrazarse a los troncos de los árboles. Se quedan ahí, minutos enternos. "Sentilo", te dicen. Y uno no puede dejar de pensar que son estúpidos, que no se siente nada más que humedad, nada más que nudos y grumos. Pero quién sabe. Tal vez exista una historia que me pierda y necesite un árbol plegable como el tuyo para mi habitación. No siempre hay personas a mano y los árboles abundan.

A lo mejor se trate de eso. Abrazar a las personas como si fuesen árboles. Como si fuesen capaces de sobrevivirnos. Como si pudiesen transfundirnos una historia.

A lo mejor se trate de eso.

Abrazarnos para absorbernos el dolor.

Te abrazo
Dé.

19.7.06

Clarín dijo hoy de Stella Galazzi

TEATRO : ENTREVISTA CON STELLA GALAZZI
Una actriz que no para nunca
Ganó un premio Trinidad Guevara por "Los mansos". Actúa en "La malasangre" y "Electrashock".

UN PARENTESIS. Galazzi dice que va a tomarse un descanso cuando nazca su nieto. (L. Monachesi)

Juan José Santillán ESPECIAL PARA CLARIN


Una de las paredes del teatro Presidente Alvear linda con la habitación de Stella Galazzi. La actriz, que acaba de ganar un premio Trinidad Guevara por su labor en Los Mansos, cuenta que varias madrugadas se coló en su pieza la voz de Alejandro Dolina. Y no tuvo otra que escuchar el programa, transmitido durante una época desde el Alvear, sin encender la radio. Un eco teatral permea el espacio donde vive desde el '95, cuando vino de su Zárate natal.

Pero sin embargo, el mediodía en su casa a metros de Corrientes avanza de manera imperceptible. Sólo se escuchan los pasos de su hija que, dentro de cuatro meses, iniciará a Galazzi en un nuevo rol: el de abuela. Para ese momento, que espera con ansia inocultable, pondrá un paréntesis a su trabajo. "Vengo a otra velocidad. Hace años o desde siempre, no lo sé. El otro día, después de recibir el premio, me puse a contar y me di cuenta de que en un año hice cuatro obras. En otra época, hacía tres en un día: Un hombre que se ahoga, de ahí viajaba a La forma que se despliega (ambas de Veronese). Terminaba y me iba al Cervantes para hacer Las del barranco. Lo único que registré fue que con un laburo me salía otro", dice.

Una perra negra deambula por el living y apoya su hocico en el regazo de la actriz. Aprovecha la caricia de su dueña que acaba de llegar de una gira por Santa Fe con La malasangre, su primer experiencia en el teatro comercial. Galazzi se reparte entre la gira, la reposición de Electrashock, de José María Muscari, y las clases que dicta en el IUNA. Está de paso por su casa. A La malasangre, ingresó a último momento, en reemplazo de Catalina Speroni. Recuerda que trabajó individualmente el texto y, con un solo ensayo en el espacio, se largó a interpretar a la servil madre ideada por Griselda Gambaro.

Sus comienzos teatrales fueron en Zárate. Luego, hasta principios de los '90, viajó continuamente a la Capital para tomar clases con Héctor Bidonde y Laura Yusem. Con ella, en 1990, realizó Paso de dos, de Eduardo Pavlovsky. Tuvo funciones en el teatro Babilonia y luego en Alemania y España. Ese trabajo, reconoce, fue un punto de inflexión en su carrera. "A partir de ahí, todas las obras aportaron algo, fue una gimnasia por distintos géneros. A veces se tiende a identificarme como 'actriz de Veronese' o 'del San Martín'. Pero me formé arriba del escenario y eso te da una movilidad para no quedarte con ningún rótulo."

El Trinidad Guevara fue otorgado por su trabajo como Anastasia en Los mansos, de Alejandro Tantanián. En la obra se entrecruzan componentes biográficos de los actores (completan el elenco Luciano Suardi y Nahuel Pérez Biscayart) con fragmentos de la novela El idiota, de Dostoievsky. "Incorporé para el personaje muchas cosas de mi vida. De hecho, en la obra, se habla que nací luego de una hermana muerta; y eso sucedió. También de mi encuentro con la lectura. En mi casa no se compraban libros, mi papá era albañil y mamá lavaba para afuera. No se leía ni el diario. Pero a los 13 años, un vecino me da la colección de Literatura universal del Centro Editor. Así descubrí la lectura."

Aún conserva esos libros en un rincón de su biblioteca. Actualmente, por la gira, su papel en Los mansos lo interpreta María Inés Sancerni. Pero pronto volverá al Camarín de las Musas. Antes, tal vez, de la llegada de su nieto.

La República de Uruguay dijo

Noches de teatro en Buenos Aires
por Jorge Arias

Los mansos pertenece al sector que llamaríamos experimental de la cuantiosa producción dramática de Alejandro Tantanian. Tiene un marcado sentido retrospectivo: se apoya tanto en el pasado individual, con la evocación de algunos sucesos de su biografía familiar, biografía que es "... el hilo que une las cuentas del collar" (Tantanian), y una obra literaria de la gran familia humana, "El idiota" de Dostoievski.

En otras obras de Tantanian, como su versión de "La señorita Julia" y su muy personal "De protesta" hemos visto una interrogación del pasado, no con un sentido científico, como la vista a un museo que se recorre con admiración y frialdad, sino en una dirección semejante a la de Heiner Müller: una tentativa de recuperar la memoria y la experiencia de toda la humanidad, ambas amenazadas por la técnica.

Nos ha parecido que por esta o por análoga razón Tantanian ha optado por reducir los personajes a tres, que interpretan Luciano Suardi, Nahuel Pérez Biscyart y María Inés Sancerni. El escenario está reducido por una suerte de baranda que no deja ver parte del cuerpo de actores, que deben moverse a lo largo de un corredor. El efecto de extrañeza y desorientación inmediato en el espectador: se ahonda a distancia con los actores y los personajes que representan; despegamos de los siglos XX y XXI. La irrealidad de lo que sucede allí está fuera de toda discusión; pero por alguna magia del autor y director, las aventuras del príncipe Myshkin (Nahuel Pérez Biscayart) y Nastasia Barashkov (María Inés Sancerni) nos llegan al alma. Es posible que la extraordinaria máscara y carisma de estos dos actores, excepcionales en más de un sentido, juegue algún papel en el efecto casi onírico que deja la pieza; es seguro también que el impecable trabajo de Luciano Suardi (Rogojin), que parece provenir de otro estilo de actuación, doméstica y acerca aquellas magias y tiene su parte en el equilibrio y compostura entre historia, presente y futuro. Como dice el mismo Tantanian, "Yo reabro aquellas puertas ahora y, asistido por las historias que mi abuela tuvo la sabiduría de narrarme seis meses antes de su muerte, construyo este trabajo". Desde los muertos hacia los muertos.

LOS MANSOS, de Alejandro Tantanián, sobre motivos de "El idiota" de Fedor Dostoievski, con María Inés Sancerni (o Stella Galazzi), Nahuel Pérez Biscayart y Luciano Suardi. Iluminación de Jorge Pastorino, escenografía y vestuario de Oria Puppo, dirección de Alejandro Tantanián. En el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, Buenos Aires.

10.7.06

Victoria escribe

"... ya lo descubrí: Los Mansos, una noche de lluvia, fue conmovedor, lloré casi toda la obra, no sé si la puedo analizar intelectualmente, pero me emocionó increíblemente, me llegó directo al alma... los textos maravillosos, la actriz me mató, me hizo vibrar, si lloraba, yo lloraba con ella, impresionante el relato del fórceps... y el pibe es increíble, la escena de la epilepsia, cuando cuenta lo que se siente previo al ataque de epilepsia y la imagen del final con el árbol y el ratón, no sé si la entendí se me ocurrió que encontró su hogar, como sea, es bellísima, el cierre perfecto de la obra, así tenía que terminar. No entendí lo de las velas hacia el final... y me choca, claro, la necesidad de Rogojin de matar a Nastasia... pero lo entiendo, creo, Dostoievski... y lloré también cuando describen el cuadro de Jesús muerto, además de lo literario y teatral, llegando a la conclusión que al ver a Jesús así... no queda otro camino que perder la fe, yo que no creo en nada, pero lo dijo de una manera tan... sentida... me tocó en lo más íntimo... "

Esto se lo escribe Victoria (una espectadora) a Horacio (un amigo) después de ver Los Mansos, espectáculo que Horacio le recomendó a Victoria - y Horacio, cuando recibe este mail de Victoria me lo reenvía a mí y yo le pregunto a Horacio si le puede preguntar a Victoria si puedo bloggear este texto y Victoria le contesta a Horacio que sí. Y aquí está. Gracias Horacio, gracias Victoria.

29.6.06

En Clarín, hoy - los Trinidad Guevara

Stella - feliz - con su premio Trinidad Guevara a la Mejor Actriz Protagónica del año 2005 por su labor en Los Mansos.

los mansos y yo

bueno, a ver si trato de organizar mis ideas.

primero: bueno, la primera impresión, el espacio, la luz. tengo la suerte de ver la función un día de tormenta en el que el cielo está naranja flúo y, de vez en cuando, entra resplandor de relámpagos por las ventanas del techo. es curioso, el color del cielo combina felizmente con la puesta de luces, la iluminación.

segundo: al principio me cuesta un poco entrar, superar el momento ´estoy en un teatro y estos son actores que están representando algo y ahora están diciendo unos textos'. supongo que también tiene que ver con que creo entender, en este segundo momento, que estoy asistiendo a algo narrativo, que me van a contar una historia. que nastasia está no felizmente ligada a... suardi (cómo era el nombre? algo con r.) y llega el idiota que se enamora de ella y entonces hay un conflicto.

tercero: supero ese momento, algo extraño sucede. los actores dejan de ser actores representando y pasan a ser esa otra cosa: cuerpos en un espacio iluminados por una cierta luz, cuentan algo, algo que les pasa. no sé si es sugestión o qué (tampoco creo que importe) pero empiezo a percibir algo que tal vez tenga que ver con el proceso. empezás por un texto, dostoievski y de repente eso algo, eso todo que es dostoievski o dostoievski en vos te atraviesa. todo se vuelve más confuso, lo narrativo se atomiza y multiplica, se vuelve menos claro y muy intenso. a mí, personalmente, que los personajes escuchen música y que no sólo los acompañe, siempre me gusta mucho. es decir: el play back, en éste caso, me conmueve, no puedo evitarlo, la música tiene esa cosa tan potente que ataca directamente al cuerpo, ¿no? la relación entre los cuerpos, los de ellos, se vuelve confusa, se tocan, juegan, se besan, se golpean, se caen, se mojan, cuentan, se cuentan historias. ahora dicen y están diciendo. la obra se caotiza, ellos se caotizan y a mí me gusta. también me gusta, particularmente, cómo dice maría inés... es tan vulnerable, está tan ahí, esa ella está tan rota y tan ahí... ¿no?

cuarto: los textos. hay, también, una suerte de random de textos, ¿no? de dostoievski, tuyos, ¿de los actores? no sé. recuerdo, así, después de un par de días, aquél texto que dice nahuel acerca de la utilidad de los hombres que actúan y los que sufren, o el relato del fórceps de nastasia, y el de los espejos, de nahuel también, esos espejos en lo que no deberían reflejare los muertos. supongo que éstos tres, sobre todo, me resultaron conmovedores (junto al playback, claro). no, y el de dostoievski frente al cuadro a punto de tener un ataque de epilepsia, también.

quinto: el árbol. qué lindo lo del árbol! qué lindo que digan lo de vivir y morir rodeados de árboles y gente y que después el árbol, en efecto, aparezca. momento conmovedor...¿5? perdí la cuenta. lamento que dure tan poco la imagen del árbol, éso nada más, hermoso nahuel bajo el árbol con su ratoncito negro, negro brillante, bajo el árbol. creo que podría haber asistido a ésa imagen por veinte minutos.

bueno, no sé, éso más o menos. te felicito tanta, aunque sea tan tonto felicitar, ¿o? qué demonios, igual te felicito, porque es un trabajo muy intenso y muy personal y éso, llega.

mail que nos mandó romina paula (directora, autora, actriz y amiga de ariel y de martín) después de ver los mansos un sábado lluvioso de junio.