7.8.05

Los Mansos: Lev Nikolaievitch Myshkin

Yo no le ofrecí casamiento. Yo no puedo casarme con nadie. Estoy enfermo. Sólo creo que puedo ayudarla. Cuando uno acepta el sufrimiento es más fácil. Cristo demostró que el sufrimiento puede ayudarnos. El que persevera en el sufrimiento consigue que el mundo avance, lo enriquece. Una cuestión importante es quién lo enriquece más: los que actúan o lo que sufren. Yo prefiero a los que sufren. Los que actúan pueden conseguir infinidad de cosas en el mundo, pero un niño enfermo, que tiene que estar toda su vida en cama y no puede hacer nada, sufre, y su sufrimiento llena el mundo con la sustancia de Cristo. Al hombre le fueron dadas dos maneras de comportarse: la acción y el sufrimiento. Y ambos destinos enriquecen el mundo. Por eso.

Fragmento de Los Mansos

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