7.8.05

Algunos mansos: Simone Weil


El apego es fabricante de ilusiones; quien quiera ver lo real, debe estar desapegado.

El hombre no escapa a las leyes de este mundo sino por la duración de un relámpago. Instantes de tregua, de contemplación, de intuición pura, de vacío mental, de aceptación del vacío moral. Sólo por esos instantes es capaz de lo sobrenatural.
Quien soporta un momento el vacío, o bien recibe el pan sobrenatural, o bien cae. Riesgo terrible, pero hay que correrlo, aun sin esperanzas por un momento. Pero no hay que arrojarse en él.

Es imposible perdonar al que nos ha hecho mal, si ese mal nos ha rebajado. Hay que pensar que no nos ha rebajado, sino que nos ha revelado nuestro verdadero nivel.

El vacío es la plenitud suprema, pero el hombre no tiene derecho de saberlo. Cristo mismo lo ignoró completamente en un momento.

No hay comentarios.: