7.8.05

Ayer

fue el ensayo general. Alguna gente entre nosotros. Y todos los desastres técnicos acudieron. Como debe ser, como marca el exacto ritual. La pasada estuvo bien pese a eso. Los que vinieron respondieron fervorosamente, así: inquietados y conmovidos. Eso está bueno, entonces, pienso hoy. Creo que poder trasladar ese estado emocional a los que vean el espectáculo es norte en este proceso. El estado que despierta en mí el mundo de Dostoyevski. Nada personal: sólo la textura de una emoción que se parece mucho a la idea de un bosque o a la inexorable mirada de un cuerpo muerto.

No hay comentarios.: